3. Una guerra estúpida y costosa: la Guerra contra las Drogas

“Tristes guerras

Si no es amor la empresa.

Tristes. Tristes.”

Miguel Hernández.

Todas las guerras, menos las que refiere Miguel Hernández, sirven para una sola cosa: consolidar el poder de los que mandan. La llamada Guerra contra las Drogas es una idea fuerza que ha servido para militarizar conflictos sociales y aumentar los presupuestos de las policías y ejércitos en todo el mundo, reforzando el lado penal de los Estados a expensas de su lado social. De las fumigaciones con glifosato en el Amazonas colombiano a las ejecuciones callejeras en las Filipinas de Duterte, de la violencia policial contra los negros en Estados Unidos a la “epidemia de la heroína” en España, las políticas prohibicionistas de drogas han causado estragos globales. Han generado daños irreparables a las personas y al medio ambiente, han intensificado la violencia estatal y mafiosa y no han conseguido, ni de lejos, su objetivo de lograr “un mundo libre de drogas”.